Search
Close this search box.

BREVE HISTORA DEL AMSJA

La propia definición de archivo [1] nos remite a la existencia de una institución productora que ejerce unas funciones y por lo tanto genera y recibe documentación que es prueba y garantía de sus acciones, actividades y derechos. En este sentido la primera vez que nuestro municipio disfrutó de independencia administrativa -y por lo tanto generó y custodió un archivo propio- fue en el período que va de 1593 a 1614, momento en que se segregó de la ciudad de Alicante, bajo cuya autoridad estuvo desde la conquista cristiana de nuestras tierras; recibiendo el título de Universidad. Tenemos constancia, gracias al cronista Bendicho [2] de que en ese tiempo la documentación estuvo guardada en el incipiente ayuntamiento, siendo entregada a Alicante con la pérdida de la independencia.

Las aspiraciones a ser un municipio propio se retomarían más adelante y así, en una reseña incluida en el Memorial que sigue la Universidad de San Juan y Benimagrell con la ciudad de Alicante y el fiscal de S.M., sobre segregación de dicha Universidad… [3] sabemos, que en el período que va de 1619 a 1734, se había construido en Sant Joan un ayuntamiento con cárcel y archivo. Si bien la independencia definitiva no se lograría hasta una fecha incierta entre 1779 y primeros años de 1800, cuando la guerra contra los franceses se dejaría notar en nuestras tierras.

La convulsa historia del siglo XIX no favoreció desde luego a la conservación de los documentos. De hecho, el establecimiento de un ayuntamiento plenamente activo es muy difícil de precisar, en este sentido es significativo que el primer alcalde citado se remonte a 1835 [4] o que el documento más antiguo que ha permanecido en nuestro fondo, el Libro registro de Pasaportes, esté fechado en 1847.

Por esas fechas el maestro de obras Vicente Pérez Pérez presentaba en Madrid su examen de graduación en arquitectura en el que trazó un proyecto que, de haberse realizado, habría supuesto un gran paso modernizador para nuestro municipio. Pérez diseñó un nuevo edificio de estilo clasicista para el que se requería demoler las casas contiguas del consistorio del momento, ubicado en la que dice ser “única plaza de la villa” -desconocemos si se refiere a la plaza de la Cruz o a la de Maisonnave ambas existentes entonces- y planificó distribuirlo en dos plantas con salas para, entre otros servicios, escuelas estilo Langaster (sic), prisión, carnicería, secretaria y, cómo no, su archivo [5].

Es a partir de la segunda mitad del XIX cuando empezamos a tener series documentales mejor conservadas, por ejemplo, las relacionadas con las rentas e impuestos. El Libro de Actas del Cabildo -el Pleno Municipal- más antiguo es de 1870 y por lo que respecta a censos y padrones de habitantes debemos esperar a 1872. El primer inventario del archivo municipal lo redactaría el Secretario Municipal en 1895 [6]. Ordenado por materias y cronológicamente, abarcaba toda la documentación elaborada en el ejercicio de su cargo entre 1851 y 1896.

El crecimiento de nuestro municipio, que en 1885 le valió la concesión del título de Villa, hizo que la sede del edificio consistorial -y por ende el archivo- cambiara varias veces de ubicación. De la casa que ocupaba en la calle Mayor nº 16, en 1928 se pasó a la Plaza de España, dentro del proyecto de ensanche que llevaría a la apertura de la Rambla y la reestructuración urbana del núcleo [7]. En el verano de 1937 -siendo Secretario Municipal Basilio Sala Ortolà-, en plena Guerra Civil, tenemos documentada la obra de acondicionamiento de un cuarto para archivo, así como la adquisición de estanterías de madera. Sin que tengamos noticias de que el ayuntamiento fuese asaltado o saqueado durante la Guerra -como sí pasó con la Iglesia parroquial-, en marzo de 1939, finalizada la contienda, se recibió orden precisa de incautación de los archivos y documentos de los “desafectos” al nuevo régimen. Gran parte de esos registros nunca fueron trasladados a Madrid o a Salamanca -donde la dictadura formó un gran conjunto documental confiscado a los vencidos- y permanecerían siendo conservados en el Archivo Municipal.

De la década de los 50 data otro inventario de la secretaría municipal que abarca fechas que se remontan a 1868 [8]. La falta de espacio en la Casa Consistorial -y la poca conciencia de su valor- obligó a que se trasladaran gran número de legajos a dependencias del nuevo Mercado Municipal, edificado en la década de los 60; así como también a locales de la calle Manuel Amorós.

El impulso dado a la investigación histórica, con la publicación del Resumen histórico de la Villa de San Juan de Alicante, del cronista Manuel Sánchez Buades y el párroco Federico Sala Seva en 1978, así como con el nacimiento de la Asociación Cultural Lloixa a principios de los 80; hizo que surgiera una preocupación hacia la conservación del Archivo Municipal. En el boletín nº 55 de la A.C. Lloixa, de 1986, se proponía como tema del mes “el estado y futuro del archivo municipal”, por entonces inaccesible y en riesgo de perder los legajos depositados en el Mercado por las humedades, dispersión del fondo y falta de protección. En los años 90 fue trasladado parte del fondo documental a los sótanos de la nueva Casa de la Cultura en el Carrer La Mar, donde en ocasiones llegaban los documentos en lamentable estado de conservación, según nos contaba el cronista Isidro Buades Ripoll (1928-2019), gran amante de nuestras tradiciones e historia y defensor de la creación del archivo municipal. Sin embargo, habría que esperar al año 2000 para que empezaran las labores de recuperación, siguiendo criterios archivísticos, por parte de Carolina Pérez Alemany, Noelia Marcos Fuster y Jorge Payà Sellés [9], siendo este último responsable de los trabajos de organización, puesta en servicio y difusión hasta febrero de 2013.

En 2011 la documentación sería trasladada a su ubicación actual en los sótanos del Centro Cultural, contando con depósitos, zona de trabajo, sala de consulta y espacio para actividades de difusión y exposiciones. El AMSJA, adherido al Sistema Valenciano de Archivos en Red (SAVEX) y acogido al asesoramiento técnico del Plan de Ayuda a Archivos Municipales de la Diputación, es la base del sistema de gestión documental municipal y en la actualidad afronta el reto de la digitalización de la administración a la vez que sigue atendiendo las demandas internas y externas de acceso a la información y la documentación.

NOTAS

[1] www.ica.org

[2] BENDICHO, V. Chronica de la Muy Ilustre, Noble y Leal Ciudad de Alicante […] Edición de María Luisa Cabanes Català y Cayetano Más Galvañ, Ayuntamiento de Alicante, 1991, pág. 331.

[3] Archivo Histórico Nacional, Consejos, legajo 22.807. Según cita de: Dueñas Moya, M. Territorio y jurisdicción en Alicante: el término general durante la Edad Moderna. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, 1997, pág. 129.

[4] Campello Quereda, A., “Alcaldes de Sant Joan de 1834 a 2017” en Llibret de festes del Cristo de la Paz, Comisión de fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Paz, 2017, pág. 212

[5] Balsalobre, Juana M., Catálogo de proyectos de académicos, arquitectos y maestros de obras alicantinos. Censura de obras y otras consultas en la Academia de San Fernando (1760-1850). Instituto alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, 2002. Academia de San Fernando, Gabinete de dibujos y planos, A.S.F. A-2935, 2936 y 2937

[6] Inventario AMSJA 1895, signatura 130/01

[7] Sánchez Buades y Sala Seva, Resumen histórico de la Villa de San Juan de Alicante, Ayuntamiento de Sant Joan d’Alacant, 1978, pág. 229.

[8] Inventario AMSJA 1950, signatura 130/02

[9] Payà Sellés, J., “El Archivo Municipal de Sant Joan d’Alacant”, en Revista Canelobre n° 58, Instituto alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, 2011, pág. 384.